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Por Patsy Castro

07/04/2013

La Leyenda de “Chucho el Roto”

Jesus Arriaga alrededor de los 27 años, fue ingresado por primera vez en San Juan de Ulúa tras una serie de grandes y famosos robos a ricos dando a los pobres.


Gracias a su gran inteligencia y astucia adquirió grandes habilidades relacionadas con el engaño y la ilusión.



El nombre de Chucho “El Roto” venía de modismos usados en el siglo IX que correspondía a aquellos que aparentaban ser ricos pero no lo eran, este era el caso pues se decía que Chucho vestía siempre con gran elegancia.



Cuenta la leyenda que fue encarcelado por secuestrar a su hija a quién no permitían ver. Al ser encarcelado, siendo el un gran maestro del disfraz, se escabulle con ropas y accesorios robados de los visitantes.


Momentos después la policía empieza a perseguirlo y logran hacerlo ya que las aguas que rodean San Juan de Ulúa estaban infestadas de tiburones haciéndolas muy peligrosas y Chucho al tratar de escapar se encontraba mal herido debido a lo ya antes mencionado.


Asi pues, gracias a sus habilidades e ingenio sobre las ilusiones, se dice que Chucho también pudo haber escapado exitosamente pues sus restos jamás fueron encontrados y otras tantas versiones también cuentan que él mismo pudo haber arregaldo su muerte para poder vivir libremente.


Y es así como se relata la historia de Chucho “El roto” quién ha sido de los muy escasos personajes capaces de escapar de la gran fortaleza. Y por otra parte cabe mencionar que fue de los únicos capaces de soportar las atrocidades vividas en la misma; torturas de agua, aislamiento, precarias condiciones de alimentación y jornadas laborales exhaustivas a las que eran sometidos todos los presos de esta fortaleza de la cuál salen tantas leyendas como esta: “San Juan de Ulúa”.

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