En ‘Las memorias de Antonia’ se abordan un sinfín de temas que dan pauta para ser largamente argumentados. En la primera escena nos introducen al personaje principal, Antonia, iniciando el último día de su vida y, a partir de allí, el filme se convierte en un viaje por el tiempo.

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Una vez que Antonia se nos muestra joven, con una hija al lado y regresando a su pueblo natal después de la Segunda Guerra Mundial, la historia comienza a tomar cuerpo mostrándonos cada una de las etapas de la vida de Antonia posteriores a su regreso a casa. La vida de Antonia funciona como un medio para que, poco a poco, otros personajes y sus historias se vayan integrando. Considero que este recurso es esencial para que la trama se desarrolle debidamente y los 108 minutos de duración del filme fueron suficientes para lograr el efecto deseado.



El papel de la mujer tiene un enorme impacto en ‘Las memorias de Antonia’. A pesar de que la historia se desarrolla al término de una guerra, las mujeres proyectan un sentido de libre pensamiento que uno llegaría a relacionar con la actualidad: madres solteras, estudiantes de arte, matemáticas y ciencias, homosexuales, ateas.



 

Se rechaza el abuso y la sumisión, se parodia a la Iglesia y supuestas autoridades y se pugna por el conocimiento y la libertad; las características de este rol femenino que adoptan Antonia, su hija, nieta y bisnieta son un elemento principal que contribuye a hacer de este filme una muy interesante elección.



Las memorias de Antonia [película]. Gorris Marleen. 1996.