Durante el XII Congreso de Ingeniería Industrial y Tecnologías de la Información, C13 aprendí en demasía. No sólo asistí, fui parte organizadora de este magno evento dentro del departamento de contenido, para describir lo que eso significa necesito decir que conviví con todos los ponentes, congresistas y todos los demás especiales invitados presentes que formaron parte del contenido del congreso.

El congreso se organiza y coordina exclusivamente por alumnos del Tecnológico de Monterrey campus central de Veracruz con el objetivo de desarrollar las habilidades cultivadas en el TEC pero que dan frutos en eventos donde podemos aplicarlas, tal como este.

Este congreso se lleva a cabo cada año; año que significa un gran trabajo de organización inversión y dedicación para hacer que los ponentes accedan, conseguir patrocinadores para financiarnos y designar el presupuesto cuidadosamente para poder cumplir con lo establecido para que este congreso sea todo un éxito.

Aprendí mucho como ya mencioné. Fueron 4 días de literalmente no comer, no dormir, no beber agua, de sonreír mucho y correr en tacones en un horario de 7:00 A. M. a 3:00 A. M. Para mí significó lo más parecido para un trabajo. Estos tres días para mí fueron casi un renacimiento, abrieron mi mente a nuevos horizontes, un sinfín internacional de posibilidades que me depara el futuro.

Aunque sólo pude escuchar parte de algunas conferencias mientras esperaba a repartir los reconocimientos, hablar con cada ponente para mi significó mucho, un gran conocimiento que se transmitió en cada coloquial charla.

Además de los conocimientos, me dejaron tarjetas de negocios, que tienen un valor profesional representando una puerta futura a grandes compañías.

Para mi mas que un congeso fue una ventana a relaciones, a vivencias y a experiencias enriquecedoras que me formaran como persona y me ayudarán en cada ámbito profesional al que vaya. Lo volveré a hacer cada año que pueda.