Rafael Toriz nos habla de la esencia de la ciudad, de cómo cada individuo es responsable de su existencia y su belleza, de cómo las capitales del mundo son nuestras capitales y cómo debemos apreciarlas, vivirlas y hasta sentirlas.


Según Toriz, nosotros somos los creadores de las ciudades, y cada ciudad tiene una esencia propia del pueblo que las habita, cosa en la que no podría estar más de acuerdo. Una ciudad sin gente no es más que un conjunto de construcciones, una ciudad sin rasgos o particularidades que la diferencien de otras no es más que construcciones habitadas.



Las ciudades están hechas por ideas, que en algún punto de la historia se hicieron realidad, así como por heterotopías, que son aquellas ideas que siguen estando presentes y no se han concretado.


​La ciudades van cambiando conforme las heterotopías se convierten en un hecho físico, en busca de llegar a un lugar utópico, que es imposible de alcanzar por la diversidad de factores que tiene una ciudad, como lo son las religiones, el paso del tiempo y las diferentes corrientes artísticas, entre otros.

El párrafo anterior, en mi opinión es la esencia del texto, el cual es de un alto nivel literario y de vocabulario y citas cultas. En conclusión este ensayo te enseña la forma de vivir y conocer una ciudad por medio de la esencia de esta misma, como apreciarla en su totalidad y por sus detalles para descifrar lo que hay detrás de ella.



Toriz, Rafael (2007). Cartografías: Las ciudades –el lenguaje– y la voz que las habita. Recuperado el 4 de febrero de 2013 de http://antroposmoderno.com/antro-articulo.php?id_articulo=1100.​